Chile niega que haya una crisis migratoria y un aumento de flujos en la frontera con Perú.

El ministro del Interior chileno, Álvaro Elizalde, dijo que según las estadísticas oficiales de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) “no ha habido un aumento en los flujos migratorios en los últimos días”.
También señaló que en noviembre, el número de personas que salieron de Chile hacia Perú por el paso fronterizo Complejo Fronterizo Chacalluta fue menor que en el mismo mes del año anterior.
De hecho, según cifras del Ejecutivo, la migración irregular ha caído un 48.3 % desde 2021.
Por eso, el gobierno chileno considera que no hay una “crisis migratoria” en la zona fronteriza.
Qué sucede del lado peruano y por qué hay tensión
- A pesar de lo anterior, el gobierno de Perú declaró un estado de emergencia en la frontera sur (región de Tacna) para reforzar controles y vigilancia, por el riesgo de ingreso irregular de personas procedentes de Chile.
- Las autoridades peruanas dijeron que no tienen la capacidad para recibir más migrantes, y anunciaron el establecimiento de un Comité Binacional de Cooperación Migratoria con Chile para gestionar el tránsito.
- Según el lado peruano, había preocupación por un posible “flujo de retorno” de migrantes hacia Perú — muchos de ellos saliendo de Chile ante un clima de incertidumbre y temor por decisiones políticas en ese país.
Por qué hay una discrepancia: estadísticas oficiales vs. percepciones y decisiones políticas
La tensión radica en que los datos oficiales de Chile — que muestran una caída en la migración irregular y cifras estables en los cruces fronterizos — contrastan con la narrativa de crisis que ha motivado acciones contundentes del lado peruano. Algunas claves:
- Las autoridades chilenas sostienen que los flujos no aumentaron recientemente y que la situación es similar a la normalidad de frontera.
- Pero desde Perú se aborda el tema también como una cuestión de seguridad, soberanía y preparación ante posibles movimientos migratorios repentinos, lo que los llevó a declarar emergencia, usar fuerzas armadas y reforzar controles.
- Además, factores políticos — como posturas de candidatos en Chile que advierten expulsiones o restricciones a migrantes — influyen en las percepciones y decisiones.
Qué implica en la práctica — más allá del debate político
- Que exista o no un “aumento real” de flujos migratorios, la tensión fronteriza y la decisión de Perú de militarizar parte de la frontera cambian la dinámica de movilidad, seguridad y diplomacia entre ambos países.
- Genera preocupación humanitaria: migrantes pueden quedar varados, enfrentar controles estrictos o dificultades para moverse.
- Hay un impulso hacia cooperación binacional para gestionar la migración con coordinación, controles y regulación más estricta.


